
Con el objetivo de allanar el camino hacia un modelo terapéutico, eficaz y controlado, de radioterapia flash de protones, el instituto I3M de Valencia ha liderado un proyecto multidisciplinar que ha contado con la colaboración del Instituto Galego de Física de Altas Energías (IGFAE), del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), del Instituto de Biología Funcional y Genómica de Salamanca (USAL-CSIC) y del propio Centro de Láseres Pulsados.
En la radioterapia convencional se aplica un haz de protones continuo. Sin embargo, en los últimos años se ha observado que si se aplica la dosis de radiación clínica (de unos 40 gray) en tiempos cortos de menos de un segundo, se reducen considerablemente los efectos negativos de la radiación sobre tejido sano. Es decir, que los efectos en la radioterapia no sólo dependen de la dosis que se administre sino de la tasa de repetición de esa dosis.